Artista. Florencia Trucco.
Curaduria. Laura Quesada
Inauguracion Muestra Individual.
Jueves 8 de agosto. 19:00 horas
Colegio Pestalozzi. Freire 1882. CABA.
El concepto de colores subjetivos fue desarrollado por Johannes Itten para formular una teoría propia basada en las interacciones cromáticas, según la cual no es tan importante la realidad de los colores como el efecto que producen. Para el pintor y diseñador suizo, profesor de la Bauhaus de Weimar entre 1919 y 1923, la profundidad del impacto que provoca este fenómeno es percibido y experimentado por cada individuo de manera personal y emocional, de acuerdo a su historia y características culturales.
Florencia es coleccionista de colores: de los viajes trae libros visuales, catálogos y muestrarios. De sus registros fotográficos se deduce un interés mayor por las paletas retratadas que por el paisaje que las contiene.
Esta serie de abstracciones, pintadas al óleo, nos acerca de un modo velado y poético al universo introspectivo de la artista, en clave cromática. Los movimientos de color se condensan en formas orgánicas que adquieren cualidades de ligereza o de planos concretos. Figuras suspendidas, acopladas unas a otras o sueltas en un magma liso e insonoro. Piezas de un todo, demarcaciones de un mapa imaginario en el que cada color tiene sus leyes. Flor nos invita a contemplar, a dejarnos llevar por la carga sensorial, a perdernos en sus gozosos efectos colaterales.
Sabemos que la pintura abstracta nunca ofrece certezas; es su modo de ser. La paradoja de un idioma secreto expresado en una paleta estimulante y vital provoca el ejercicio al que alude Itten en su teoría. No se trata de entender, sino de hacerle caso a la intuición.
Color, temperaturas y formas que cooperan entre sí, articulando delicadas combinaciones inspiradas en la naturaleza, pero que suscitan otras resonancias, un aire de familiaridad, el recuerdo impreciso de una experiencia vivida.
Los colores subjetivos de Flor nos abstraen hacia nuestra propia subjetividad, y nos regalan la oportunidad de extrañarnos en un lenguaje que tal vez no usemos a menudo, pero que no nos resulta ajeno.
Laura Quesada